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- Nuestro día es vivido en sencillez: labores domésticas, trabajos de artesanías, tiempos de recreación y amistad, y momentos fuertes de oración.
- El día transcurre mayormente en silencio y trabajamos para procurar nuestro sustento.
- No conocemos la rutina.
- Sabemos que la más mínima obra hecha con amor es de valor infinito.
- Vivimos el acontecer de cada día con entusiasmo y alegría.
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